Una cobertura es una estrategia financiera que sirve para cubrir el riesgo de una inversión realizando la posición financiera opuesta mediante un activo financiero correlacionado con la inversión principal o mediante un derivado financiero.
Se conoce como cobertura a cualquier operación financiera dirigida a reducir el riesgo de un activo o pasivo financiero. Para realizarla se puede comprar o vender un activo financiero correlacionado con la inversión sobre la que se desea hacer la cobertura financiera.
La cobertura se realiza para evitar movimientos adversos en el precio del activo. Por lo que funciona como un seguro contra las pérdidas, ya que al haber tomado la posición contraria obtendremos ganancias del activo o pasivo utilizado como cobertura, compensando las pérdidas del elemento principal.