La subasta holandesa es una estructura de subasta de oferta pública en la que el precio de la oferta se establece después de tomar todas las ofertas y determinar el precio más alto al que se puede vender la oferta total. En este tipo de subasta, los pujadores hacen una oferta por la cantidad que están dispuestos a comprar en términos de cantidad y precio.
Es, por tanto, un tipo de subasta en la que el precio de un artículo se reduce hasta que se obtiene una oferta. La primera oferta hecha es la oferta ganadora y resulta en una venta, asumiendo que el precio está por encima del precio de reserva. Esto contrasta con las opciones típicas, en las que el precio aumenta cuando los licitadores compiten. La subasta holandesa es especialmente útil para vender cantidades muy grandes de un bien, por ejemplo materias primas, bonos o acciones, situación en la que es muy dificil que un único pujador desee comprar toda la cantidad ofertada.