6 Hábitos Pequeños que Me Hicieron Ser RICO

Si hoy me preguntaras, Juampa, cuáles han sido los hábitos que realmente marcaron la diferencia en tu vida financiera y tu vida personal, yo te diría que no se trata de un golpe de suerte o de una única estrategia mágica. Se trata de pequeñas decisiones diarias que, acumuladas en el tiempo, terminan generando resultados…

Si hoy me preguntaras, Juampa, cuáles han sido los hábitos que realmente marcaron la diferencia en tu vida financiera y tu vida personal, yo te diría que no se trata de un golpe de suerte o de una única estrategia mágica. Se trata de pequeñas decisiones diarias que, acumuladas en el tiempo, terminan generando resultados extraordinarios. Y hoy te voy a compartir los seis hábitos que realmente transformaron mi vida y que también pueden ayudar a transformar la tuya.

Vamos con el primero: la lectura.

Los libros fueron mis primeros mentores y lo siguen siendo hoy en día. La lectura me permitió acceder a conocimiento que nadie en mi entorno me estaba dando en ese momento. Para mí, los libros han sido grandes maestros en mi vida y no es un secreto que es una de mis grandes pasiones.

Piensa en cualquier problema que hayas tenido en tu vida. Ese problema alguien ya lo ha tenido antes, pero sobre todo, de eso ya se ha escrito algo. La solución a todos los problemas de nuestra vida está en los libros. ¿Quieres aprender, por ejemplo, a invertir? Pues empieza a leer las cartas de Warren Buffett a sus accionistas o lee a Peter Lynch, Ray Dalio, Benjamin Graham, Howard Marks. Tendrás las mejores estrategias de inversión de los grandes inversionistas del planeta. ¿Quieres aprender a mejorar tu salud? Lee a Peter Attia o al doctor Andrew Huberman. ¿Quieres aprender sobre emprendimiento? Entonces lee las biografías de Jeff Bezos, Sam Walton, Phil Knight, Steve Jobs. Todas esas serán una gran fuente de inspiración.

Mucho de lo que sé hoy sobre finanzas y sobre inversiones lo he aprendido en los más de 100 libros que he leído sobre el tema. Yo tengo un MBA, una maestría en administración de negocios, pero mucho de lo que aprendí en la universidad lo he complementado con autores como Jim Collins, Peter Drucker, Simon Sinek, entre muchos otros que me han ayudado un montón. Así que lee todo lo que puedas, lee todo lo que se te pase por la mente. Leer es un hábito que en el tiempo te hará millonario. Mi consejo es que nunca dejes de aprender y nunca dejes de leer.

Hábito número dos: el ejercicio como motor de energía.

Para lograr cualquier objetivo financiero o personal, necesitas mucha energía. El mundo del emprendimiento es un mundo de muchas caídas, muchas subidas, muchísimo aguante y decisiones duras. Para eso necesitas mucha energía. Por eso, el consejo acá es: cuida tu energía. No hay nada que mate más la productividad y que drene la energía que una vida sedentaria.

Para mí, hacer ejercicio no solo me mantiene en forma, sino que me ayuda a pensar mejor, a tomar mejores decisiones, a mantenerme motivado. No se trata obviamente de volverse un atleta de alto rendimiento, pero sí de movernos, de fortalecer nuestro cuerpo para poder enfrentar los desafíos del día a día con mucha mejor actitud y con más energía. En mi caso, yo voy al gimnasio seis días a la semana y mi día siempre es mucho mejor cuando hago ejercicio en la mañana. ¿Qué hago yo? Mezclo entre días de pesas, generalmente tres o cuatro veces a la semana, con un cardio muy intenso de intervalos para mejorar lo que llaman el VO2 Max, que es ese ejercicio que ayuda mucho al corazón.

Para mí, el ejercicio me ayuda a tener niveles altos de energía y, por ende, a que me vaya mejor en los negocios. Yo veo una correlación directa entre estar bien físicamente y los resultados financieros de mis empresas. No tengo ninguna duda de que las dos tienen mucho que ver.

Hábito número tres: invertir consistentemente.

Es uno de los hábitos financieros más importantes en mi vida. Aprender a invertir desde una edad temprana marcó una gran diferencia. No importa si es mucho o poco dinero, lo importante es construir el hábito de la inversión. Invertir a largo plazo en activos que crecen con el tiempo ha sido una de las mejores decisiones que he tomado y lo sigo haciendo.

A veces nos preocupamos mucho por tratar de adivinar hacia dónde va el mercado, cuáles son los mejores activos, en qué momento debería empezar. Y si hoy me preguntaras, Juampa, ¿cuál es el mejor momento para empezar a invertir?, te respondería con la famosa frase de Warren Buffett: “El mejor momento fue hace 10 años y el segundo mejor momento es hoy”. Así que empieza a invertir desde ya. El tiempo en las inversiones es tu mejor aliado. Ese sí que es un hábito que te puede hacer millonario gracias a la famosa magia del interés compuesto.

Hábito número cuatro: rodearme de mentores y de personas que me impulsan.

Somos el promedio de las cinco personas con las que más tiempo pasamos. Es una frase trillada, pero demasiado cierta. Mucho ojo a quién tienes a tu alrededor. No te dé miedo “despedir” entre comillas esas amistades que no te funcionan, que no te suman, que por el contrario te quitan y te drenan la energía.

Busca personas que te impulsen a ser mejor, que te motiven a ser un gran emprendedor, un gran inversionista y, sobre todo, un gran ser humano. Si estás rodeado de personas negativas, que solo se quejan y que no tienen ambición, tarde o temprano te vas a convertir en una de esas personas. El negativismo se pega, la quejadera se pega.

Por eso, siempre trato de buscar incluso pagar por mentores, por personas que hayan logrado lo que yo quiero lograr. Rodearme de personas que piensan en grande, que buscan crecer, me hace a mí también crecer muchísimo. No subestimes el poder de tu círculo cercano. No existe una mejor inversión que pagar por un mentor. Un mentor ya sabe qué es lo que tienes que hacer, pues ya pasó por el infierno, ya recorrió el camino y es la inversión de mayor retorno. Rodearte de mentores es otro hábito que te convertirá en millonario.

Hábito número cinco: meditar y visualizar el éxito.

Esto puede sonar bien espiritual, pero es una realidad. La forma en la que piensas impacta directamente en la forma en la que vives. Nuestros pensamientos crean nuestros hábitos y nuestros hábitos crean nuestra realidad.

Si todos los días te dices a ti mismo que no puedes, que es imposible, que el dinero es difícil de ganar, esa va a ser tu realidad. Por eso, meditar y visualizar el éxito a mí personalmente me ha ayudado a enfocarme, a crear mis metas y a trabajar con una mentalidad ganadora. Tu mente es tu mayor activo, pero también puede ser un gran pasivo. Es un músculo que también hay que ejercitar, y para mí la meditación es el mejor ejercicio para la mente.

Hábito número seis: madrugar y tener una mañana poderosa.

Las mañanas determinan cómo será tu día. Un mal inicio del día te puede hacer perder horas. Un hábito que cambió mi vida fue madrugar, pero sobre todo, estructurar mi mañana de forma mucho más intencional.

Hoy lo primero que hago es levantarme y meditar, así sean 10 o 15 minutos todas las mañanas. Después me meto a la ducha con agua helada. Es una tortura, pero cuando salgo de la ducha me siento mucho mejor, con más energía. Luego hago ejercicio, desayuno con mis hijos, los llevo al colegio y empiezo a trabajar con una mente mucho más clara. Un gran día empieza la noche anterior, planear el día siguiente con anticipación también me ha ayudado muchísimo.

En conclusión, estos seis hábitos marcaron para mí un antes y un después. No fue de la noche a la mañana, pero son pequeños cambios diarios que con el tiempo empiezan a dar grandes resultados. Si tuviera que darte un consejo hoy sería este: empieza con uno de estos seis hábitos, el que más te resuene, y comprométete a aplicarlo. Al final, el éxito no es más que la acumulación de pequeñas acciones bien hechas sostenidas en el tiempo. ¡A seguir aprendiendo!

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